En el arte tradicional los materiales son formados y transformados. El mármol, la pantalla, los colores y otros materiales han sido la base de cada modelado. Èstos ayudaron a los artistas a plasmar sus imaginaciones. En el arte activista entran las relaciones sociopolíticas en vez de esa base material. Así como con las plasmaciones de los materiales tradicionales, son estas relaciones sociopolíticas las transformadas. Así como con el mármol o con las superficies para pintar, estas bases reales no son moldeables a voluntad. Para posibilitarse su transformación, como lo es con los materiales tradicionales, tiene que reconocerse los límites de su transformación. Esto significa que el listón de su deseada transformación no puede colgar muy alto. Tiene que ser lo suficientemente alto como para estar visible, y al mismo tiempo también lo suficientemente profundo como para ser sobresaltado. El arte consiste justamente en eso, en dirigir una transformación con sentido y reconocimiento y en causarla o provocarla.

Por ejemplo, una artista podría llamar a alguien a abolir la regla de un solo sentido en su calle porque reconoció su sin-sentido. Ella se esforzará por desarrollar su proyecto asi como los principes de pintura de la edad barroca se esforzaron en desarrollar su proyecto, los frescos del techo en la catedral, independientemente de si ellos mismos colocaron o no sus manos en aquel.